Coleccionistas de destinos - 666

[Nuelky]
Cautivos en las redes, no vemos la mirada
Que nos observa día y noche siempre agazapada.
Ya no nos queda nada de lo que era importante
Y lo poco bueno queda en manos de gobernantes.
Se hicieron con el fuego y fueron por otras tierras;
A raíz de la guerra y ahora vienen por agua.
El infierno se fragua en la piel de ésta esfera,
Mientras pocos prosperan otros rezan a estatuas.
Y estamos divididos, cada vez algo más,
Nuevas ideologías amenazan la paz.
Que especie tan voraz; parásito nuclear
Semillas de un silencio que la nada quiere germinar.
En el jardín de la codicia reina un séquito,
Traiciones se fluctúan en el vórtice de los escépticos.
Dios cede el mérito a ésta civilización
Culpable única en caso de su propia extinción.
El 666 yace en nuestra genética,
La cifra exacta que fundamenta la falta de ética.
Crece un enigma al margen del imaginar:
¿Qué ha de ser del plástico latiendo en el vientre del mar?
Amar la única llave que abriría el cofre,
Aguarda un futuro cercano de miedo y azufre.
Sistema es la excusa perfecta de quien no lo sufre
Por la autodestrucción predestinada para el hombre.


[Elosue]
Fieras nos observan frenando al que piensa,
Seremos la ofrenda la cena en sus mesas,
Si expresas te encierran te ofrecen ofertas,
Cerrando las puertas de mentes inquietas.
Poetas se aferran al néctar,
De sus letras que salvarán al planeta
Potencias se enfrentan, más armas en venta,
Almas que no encuentran la calma perfecta.
Tormentas extremas invaden
El tema es que el agua en represas no cabe,
Si sabes que alguien sostiene la llave,
Lo grabe es morir para que otros se salven.
Las aves caen sin margen,
Creamos un infierno sin que el cielo encaje,
Los ángeles lloran cubiertos de sangre,
El hambre del hombre deslumbra el coraje.
Paisajes se funden en nuestras miradas,
árboles se pudren sin reclamar nada,
Bosques lúgubres maquinas pesadas
Desgarran la piel de toda flora y fauna.
Ya nadie recauda confianza,
La raza humana es la causa del drama,
Si amas al prójimo aún queda esperanza,
O solo una pausa de esté mundo en llamas.