Pekado - 6 am

Son las seis de la mañana, un día cualquiera,
escribo con la libertad que me da, saber que nadie me espera.
Una cerveza fría de la nevera, es mi compañía,
aun creo escuchar la instrumental en la lejanía.
Yo lo daría todo por esto, un papel, un boli,
y un trayecto sin curvas, y alguien dispuesto a acompañarme.
Me encanta trasnochar, porque odio levantarme,
y al ducharme, esa agua fría, me roba los recuerdos
de los sueños, amo su engaño y su manera de hacerme feliz.
Soñar con esa actriz inalcanzable, que baila al ritmo,
que le marco y que crea momentos inolvidables.
Saber que soy libre, me hace sentir culpable.
Bajo este sampler, me creo dios,
bajo esta voz, se esconden mis enredos.
Dos manos y diez dedos, para contar, tan pocos recuerdos,
como decirle al mundo, que yo jamás anduve cuerdo.
Que los cuervos me visitan, tengo lo que necesitan.
No son pocos los que gritan que me vaya,
oyen la música, cierran los ojos, y se callan.
Esa es mi ciencia, fruto de mi paciencia,
sigo el cauce de un rayo de un luz,
últimamente me cuesta respirar,
la ciudad me sabe a gas, esa es mi cruz.
Me debilita y aun así aspiro a todo,
bajo este apodo no me escondo.
Me siento cómodo y del mismo modo lo expreso.
Pausado, sin prisas,
dejándome llevar por la música y su brisa.
Yo tengo frío, afuera el sol abrasa,
pero tengo mi mundo dentro mi casa.
Déjame pensar que es cierto,
y que el tiempo que invierto es productivo,
que consigo mi sonido sin aditivos.
No hay adjetivos, para describir lo que imagino,
me niego a ser una simple página en el diario del destino.
Y por mi camino, se cruzaron ya unos cuantas,
llenos de cuentos, con finales inciertos.
Y en mi contra, tus deseos,
incapaz de cumplirlos, como de seguirte tu flirteo,
y es que no me veo, entre el stress y su jaleo,
y que no importe lo que creo, siempre me bloqueo.
Veo que el dinero mueve masas,
en una sociedad de cemento y grasa.
Esta es mi urbe, si quieres, te subes y te vienes,
esta, más allá, pasado las nubes, te detienes.
Cuando el sol brilla de nuevo, las personas se enfrentan en este juego,
la vida es competencia, tenlo presente, tu, pregunta al presidente,
que se siente, al dejar de ser adolescente.
Todos te mienten, alguna vez en su vida,
todos se arrepienten, pero fue misión cumplida,
y es lo que vale, lo que se ve,
lo dice alguien, que se sintió apartado, solo por tener acné.
Qué crees que siento, cuando escucho al viento,
susurrar mi nombre, cuando paso el calendario,
y leo diciembre, y sigo siendo tan fino el alambre que nos une,
sin amor me siento pobre, no soy inmune, a los lunes,
otros esperan con ganas que su jefe los llame para cobrar.
Yo tengo hambre de sangre en mis labios,
de sentir calambres, y dejar la incertidumbre atrás.
Si se acabará la música, volvería a soñar.