Samuel Dante - Desdenes

Tú sigue rezandole a tu cruz, Yo sigo viviendo en este cielo
en el que solo el ciego ve la luz.
Hoy vuelvo a despertar, que no es poco, siento que me muero,
o debo de estar loco.
Con miles de cosas que contaros y la necesidad de hablar en frio
para colarme en vuestra mente(entre tu y yo) un abismo nos separa.
Quise definir todas mis locuras, acabé viviendo loco contando
mis corduras, prejuicios de una vida que se escapa entre tus labios,
necios son los sabios que dictan tu silencio.
Tapa la mirada, no, no son tiradas de odio, son miradas de me odio por
quererla, pude verla meditar susurrando a mi mirada en lo ondo de aquel
fondo, "Dolor" y esque solo quiero estar acompañado de tu olor.
Seguí buscando esa marca de carmin en mi pellejo y la encontré y venia
firmada, dice: "He vuelto en calma, con el alma desnuda escondida entre tus
sábanas", caminando lento con la seguridad del que sabe que llega.
Y no, no es que me haga viejo, es por la perspectiva creativa que me hace
crear hasta saciarme, quizás algun día llegues a entenderme,
hoy, hoy limítate a escucharme.
(No paro de pensar que a pesar de mis locuras puedo seguir cuerdo en esta
vida con la seguridad de que seguire fiel a mis principios, enamorado, si,
enamorado de silencios, de esos besos que me hablan)
Necios se proponen ver mas allá de lo invisible,
sabios se preocupan por ocultar lo que nadie ve, y desde aquí se vé la
humildad que a muchos falta, yo no soy nadie, solo convierto lo que quiero
en arte, con la humildad de el de: "hago lo que puedo"
Vengo con lo puesto y me la suda el resto.
Sigo caminando a oscuras,
con sus ojos como linterna,
apuntando esas palabras que me juras,
que sabrás tu de esa felicidad eterna,
Dios, sigo esperando a que me des las llaves del infierno,
yaves, que me la suda lo que pienses,
en este invierno eterno puedo acabar enfermo,
pero a pesar de todo sigo sonrriendo.
Necio, seguimos solos, locos: soli-loquios de un loco enloquecido
en su silencio.
Mira el reloj "susurra la voz"
El tiempo nos la juega, vuela, esperando a que vuelva enloquecida
sabiendo lo que importo, enamorada de mis nervios, sucios escritos,
por querer tranquilizarme cuando todo estaba muerto.