La estela del Maese
Hace siete años, en 2005, entraba en la mayoría de edad con miedos e inseguridades que no había sido capaz de limar durante mi adolescencia. Éxitos y fracasos se mezclaban en los derroteros que tomaba a ritmo de Jurassic Five o de Busta Rhymes. Se mecía en mis oídos el humor bilioso de Eminem, y me refugiaba en las letras de aquél mundo que era el rap Norteamericano. Xzibit y Cypress hill tenían espacio suficiente para ellos en mis cedés copiados. Todos ellos (y muchos más) me acompañaban en la madrugada mientras firmaba las calles, sin apenas idea en el uso del spray.
Pero ¿Y los días en que uno se sentía verdaderamente solo? Sí, escuchaba música de un tipo, pero no tenía cerca a nadie que conociera o compartiera lo que consideraba ya mío. Unos años antes, a la edad de quince años, escuché tanto rap como me permitía mi conexión a Internet y los discos que podía conseguir. Sin embargo, seguía solo. Andas en un desierto cuando no hay donde beber, y nada te es familiar. Eso me ocurrió. Y sentía tristeza.
Lo peor apareció en el instante en el que todo mi alrededor, mi círculo social, mi mundo, mutaba y andaba hacia un lugar al que yo no quería ir. Música, tendencias, filosofías de vida que ni era capaz de apreciar ni deseaba hacerlo. "Rapearé", me dije. Y una puta mierda. Un desengaño amoroso, peleas con la más antigua amistad, desencanto académico, amargura... y el Maese.

Del rap patrio he tenido en mi lista de imprescindibles a pocos artistas. Del Komité del Scratch se hacía patente un tipo que publicó un disco llamado "viviendo y aprendiendo" en el 2001. "B-boy hasta la muerte" era un tema famoso y conocido, de esos que se incluye en el típico álbum que recopila un montón de temas de rap famosos o de gente conocida en la esfera.
Pero el Maese KDS resultó ser un hombre versátil. Bueno... a decir verdad, la palabra versatilidad podría irle algo ajustada al tipo que me acompañó a lo largo de mi adolescencia. Trazó graffitis con el Komité del Scratch, sentó la bases para futuras colabos con los Trovadores de la Lírica Perdida, con Souchi, La Jet Set Conexión y un extenso etcétera. Lo doloroso aparece cuando uno se da cuenta de que la faceta de MC del Maese se ha diluido en algunas pocas colaboraciones (geniales), supongo que en pos de otros menesteres. Maese KDS rapea y ha rapeado con un afecto hacia lo que hace en ocasiones inusual.
Debería servir de homenaje lo que aquí diré: Gracias.
Gracias por quejarte de lo que me quejaba yo en mis temillas en blocs de notas con el "por qué tiene que ser así" de tu disco. Gracias también por haber calmado mi frustración en "nada especial", donde Souchi dejó un brochazo de oro. Suerte del tema "Te tengo Calao"! Parecía decirme "tranqui, tío, a mí también me ha dado por culo un hijo de puta hipócrita". Los años que pasaron se me hicieron más llevaderos cuando supe que no era el único que esperaba mi tren. Era sentirse entado en una estación, a la luz de la Luna, y escucharos a ti y a Nach explicando la historia de dejar huella. Gran consuelo para noches en las que pensaba "demasiada mierda... me rindo".
Claro está, no soy el más adecuado para afirmar que tan sólo estuviste en mi adolescencia, como si ahora te hubieras esfumado. Quizá fui yo el que se alejó del rap y te perdió la pista. Sea como fuere, has formado parte de mi crecimiento personal, y creo que lo mismo habrá sucedido con más de uno. Y eso merece un sonoro aplauso.
"Siguiendo nuestra senda, se venda o no se venda..."
Comentarios
El Maese es un tipo único.. su forma de rapear es particular, un tipo muy culto, rimas bien hechas, y una explosión de un sentir triste, de una melancolía, con la que MUCHOS nos sentimos identificados. Un maese de la poesía.

No se sabe nada del Maese desde a saber cuanto... Era grande, muy grande, y muchos esperamos su regreso.
#3 el 21/08/2012 a las 23:15:
El Maese ha sido y seguira siendo parte de la historia del rap en Madrid y en todos los paises hispanoablantes! Sus temas seguiran impresos en las calles, como su firma en las paredes. Bboy hasta la muerte!