La vida en el Viña Rock 2008
Os presentamos una crónica un tanto atípica. Cansado de crónicas en las que simplemente se narran los sucesos de un evento (sin crear algún juicio sobre los hechos) a las que todos estamos ya acostumbrados y que nos resultan tan aburidas, nuestro colaborador Neidos ha decidido mojarse. Os ha escrito una crónica muy personal de cómo ha vivido él el fin de semana del Viña Rock 2008. Nos cuenta los altos y bajos en la edición de este año, tanto fallos en la organización y actuaciones como los grandes momentos que todos los que habéis asistido podréis recordar junto a él en la siguiente cronica. Esperamos que la disfutéis.
Yo y mi grupo de improvisación de planes como ya es de costumbre en nuestro modus operandi llegamos algo tarde el primer día del Viña. Lo suficiente como para perderme a Flowklorikos, a Newton, a Arma Blanca y a Dúo kie. Teníamos la absurda e inocente intención de llegar y encontrar sitio para aparcar y para poner las tiendas cerca de la entrada del Viña ya que se las hicimos plantar a un colega que iba un día antes para coger sitio, pero todavía hoy me estoy riendo.
El caso es que los simpáticos trabajadores del Sr. Naranja (nombre de la simpática empresa que coordinaba el Viña) hacían lo posible para convencer a los más respetuosos (que también fáciles de convencer) de que no había sitio en los parquings cercanos a la entrada, para que como "coche" no molestaras más donde ya más o menos estaba lleno. Situación graciosa cuando recuerdas que Villarrobledo es un pueblecito de Castilla la Mancha que como el resto de pueblos de la zona, se encuentra rodeado de llanuras infinitas en donde destinaban los coches. ¿Como puede ser que se acabe un parquing sin acondicionar si hasta el próximo pueblo que es Socuéllamos hay 16 km de llanura? ¿Que son campos de propiedad privada? Yo creía que los solares en construcción de Villarrobledo hasta los cuales arrasaba toda la plaga de tiendas, también lo eran. En fin que nadie quería discutir y todos teníamos calor así que nos quedamos ahí.
Después de aparcar bajo el sol (también muy simpático todos los días), de ver que no se veía ningún indicio de situación del festival en 360º de vistas y de pensar que para eso venía andando desde Barcelona, contactamos con el compi que había ido el día antes para traer las cosas del coche hasta el camping.
Quedamos en una gasolinera que se encontraba simétricamente al otro lado del pueblo, para que una vez allí, acabáramos con nuestras piernas recorriendo otros 20 minutos (con mochilas de esas cargaditas que uno se lleva de acampada) hasta su tienda. Entonces vimos el panorama: habían más tiendas que hormigas. Había incluso agrupaciones de tiendas que no dejaban ni un caminito para acceder, e incluso algunos casos se pisaban doblándose entre ellas formando lo que puedes entender como un edificio de pisos de 3 metros cuadrados por 70 euros, que supongo yo, serían colegas entre ellos. Digo 70 euros porque en el cartel del Viñarrock usaban la repudiable técnica del engaño típica para ponerte fácil la compra: "el precio incluye zona de acampada" así que, "comprabas tu pisito cerca del metro" cuando sabían perfectamente que no existe tal zona al menos digna, a no ser que la zona le llames: "cualquier sitio no inclinado ni asfaltado".
Después de reír un rato más viendo que ni sombra ni cercanías, decidimos acampar donde aparcamos el coche ya que al menos tendríamos algo cerca: Uou!, camino de vuelta y casi exhaustos antes de entrar al Viña.
De vuelta al aparcamiento y escuchando a Lechowski, en mi opinión gritando quizás un pelín demasiado, desde el festival, descubrí que alguna empresa oportunista, (supongo que la del que creo recordar restaurante anexo) había montado una pequeña carpa abierta con un Dj de Techno muy malo. Era el único sitio donde no daba el sol en varios kilómetros aparte de la gasolinera que estaba al lado. Si te acercabas podías encontrar todo tipo de gente como personajes hinchados tanto muscularmente como de pastillitas para la tos, bailando en forma de crusant, un gorrito de baquero y a poder ser sin camiseta. Esa nueva fotocopia social, que yo supiera, residía principalmente en la noche de las discotecas de moda pero horrorizado comprobé que se estaban atreviendo con el Viña. Lo más fuerte ha sido ver estos días como han colgado videos en youtube de la superfiesta que llevaban en dicha carpa, hasta el punto de titularla "rave" en el mismo video, cosa la cual por lo visto en su vida habrán pisado y que por favor el año que viene alguien les tire piedras si vuelven con más colonizadores. Para acabar de contaros como era la zona de acampada que anuncian con la entrada, podías ver después de cada par de millones de tiendas una hilera de cajas de plástico ideales para contener el mal olor bajo el sol, en forma de lavabos que parecían casi un espejismo en el horizonte. La única zona de duchas que conocí (seguro que había una que venia con el precio de la entrada pero no estaba yo para buscarla esquivando tiendas) era la salida de agua que había para lavar los coches al lado de la gasolinera. Esas no estaban incluidas en los 70 de anticipada, pagabas un euro y te sentías como un coche.
Superado el percance conseguimos acampar para nuestra sorpresa al ladito del parquing donde nos habían indicado primeramente, en una zona con una especie de césped parecido a una planta cuando se muere donde pudimos hacer llegar el coche (nos reímos del anterior empleado del parquing) y estar más amplios, sin el terreno arenoso-seco vento-conjuntivitoso de la zona de acampada dónde se encontraba dicho colega. Una vez aposentados y hechos amigos de todas las razas de bichos a los que por toda la cara les quitamos la vivienda, sacamos el cargamento y bebimos con la prisa de que después de Dúo Kie tocaban los Falsalarma.
Conseguí llegar aunque no lo suficiente bolinga a escuchar el nuevo tema, en mi opinión más basón que temazo, del nuevo single de Falsalarma: "Hazte el muerto" y algunos memorables más como el "Bondad o Malicia" el cual me confirmé que peta mil veces más en directo y con tal número de vatios.
Contento del sabor que me dejaron más el Titó que el Santo y el Neas, decidí ver que tal entraba Nach. Los últimos años de su carrera más o menos a partir del Poesía Difusa para adelante ya no me atraen ni mucho menos lo que me atraen los 3 primeros discos de los Marea y como estos sí hacen temas antiguos y más en Viñarock, que llevaban años sin ir si es que habían llegado a ir alguna vez, no me lo pensé dos veces. Así pues todo sea dicho, sin despreciar la excelente entrada de Nach con un Zpu también muy en forma y un novedoso Abram en sus directos, me fui a pelearme por un sitio a unos 100 metros del escenario de rock.
Creo que por la prensa dijeron que este año en el Viñarock habían unas 70.000 personas, no se si contaron las que se colaron, las que acreditaron y las que se quedaban fuera montando raves, pero en el concierto de Marea habían 50000 tranquilamente. Eso hacía que te sintieras una vez más orgulloso de los 70 euros y se te escapara otra sonrisa al ver al Cutxi bailar en Cancún y al Piñas cantarse unos temas en Pekín rodeado de borrachos como tú y medio tapado por las torres de los técnicos de sonido. Aun así lo bordaron.
Terminó Marea y me fui corriendo porqué empezaba 7notas 7colores. Ahí es donde empecé a notar que necesitaba recargar el estomago y hacer espacio en la bufeta porqué me estaba dando cuenta de lo nefastos que al final resultaron ser los técnicos del escenario Babilonia. No se si estaban de broma o como pero al lado de Mucho, había un personaje con un instrumento que supongo sería un bajo pero desde tan lejos ni me fijé, que desde el principio no funcionaba o eso parecía y no se si nos estaban vacilando por hacer algo pero daba la impresión de que tocó el bajo haciendo play back toda la hora del directo, o quizá solo sonó por sus monitores. ¿Os podéis imaginar la vergüenza? ¿Quien no tiene un amigo que hace el flipao con la guitarra imaginaria? Pues igual pero sin imaginaria.
Luego vinieron los de Le Peuple de l'herbe, que yo no conocía pero pusieron una mezcla de drum'n'bass mas jungle que dark usando instrumentos reales que para cerrar el Babilonia del jueves no estuvo mal. Pronto me fui a ver a los Molotov, que no los había visto en la vida, pero al menos seré sincero, tampoco los había seguido y fui a curiosear a ver como se lo montaba aquel grupito que cuando yo era un niñato de clase sacaron unos temas que todos cantaban por la moda de los cojones y que nunca más volvieron a saber de ellos. Resultó ser que las cosas estaban igual que en aquél entonces, o sea se, que los que estaban en su público (más de medio Viñarock), supuestos mayores de 18 años, seguían siendo los niños de clase absorbidos por la moda con el único objetivo de recordar aquellos temas que aprendieron cuando Molotov estuvo de moda, demostrando que solo estaban ahí para escuchar eso y no porque les gustara o les interesara qué más cosas había hecho el grupo (mi caso) o les fueran seguidores. Se enfadaban y silbaban porqué "no hacían de una puta vez" los temas que se sabían y no mostraron interés alguno en los temas que desconocían.
Pasé un frío increíble en los bajones de la taja, era tal, que prefería estar al lado de los frankfurts donde las pequeñas cocinas hacían un núcleo de calor que con una camiseta y un jersey conseguía sobrevivir mientras me cagaba en mi por no haber preguntado las temperaturas y estar haciendo el paleto: en Barcelona no tenemos ni de lejos estos extremos ambientales.
Otro sitio donde se aguantaba el frío era metido entre el publico a fondo, pero para cambiar de escenario era una guerra, aunque en seguida me di cuenta de lo quejica que me estaba comportando al ver gente con chancletas y pantalones cortos en mi misma situación. Me prometí venir con 3 jerséis al siguiente día, que era todo lo que tenía.
Después de esto y de que mis pies se quejaran como nunca, pasando de raves me fui directo a las tiendas para reunirme con los demás que por cierto hacía horas que había perdido entre los 70000.
Me levanté el día siguiente con el joputa de un compi que se sobó mucho antes que los demás y se despertó con energía poniendo la música a tope, aunque en seguida me di cuenta que el calor del sol hubiera hecho inútil seguir soñando. En seguida recordamos que perdimos a uno en la noche y el muy buitre apareció al mediodía recién follado y con una sonrisa. Una vez la tienda ya era un horno y teníamos las barrigas un poco llenas de latas de conserva con pan Bimbo empezamos con la priva con intención de no llegar tarde el segundo día. Nos trajimos un djembé y un par de guitarras de guerra (aptas para los golpes y manchas de alcohol dado a su baja calidad) y con unos recién conocidos de Santa Coloma muy buena gente nos liamos a cantar y a hacer mais mientras el sol nos dejaba como gambas, a cantar mientras el sol caía y... ¡sí!, a cantar mientras empezaban los directos. Para cuando me di cuenta ya me había perdido algunos y llegaba para ver el final de Chacho Brodas, así que en un ataque de responsabilidad o neura borrachera según como lo mires, decidí salir corriendo con mis tres jerséis yo sólo hacia el Viña porqué esos iban demasiado tajas como para reaccionar.
Llegué justo para ver la elegancia en el escenario que estaba esperando y en seguida empezó el Chojín. Lo que más me puteó (sin intención de faltar a los demás grupos) fue perderme a Dogma crew y al Swanbwoy y no poderos contar lo bien o mal que lo hicieron según mi opinión. El caso es que me quedé al Chojín a pesar de que no es un artista que me convenza, pero tengo que reconocer que sacó un directo redondo, se metió el público en el bolsillo, y me chapó la boca de críticas malas. A continuación entró en escena B real, y conciente de que me estaba perdiendo a Rosendo me quedé alucinando con el flow en directo del que para mi es el la parte básica de Cypress.
Con más admiración que palabras y sin mucho criterio para comparar ya que no los he visto en directo antes, terminaba el show y la litrona que me había pedido. Entonces entraba el Tote que nuevamente usó instrumentos reales en directo para el concierto. Últimamente veo bastantes raperos que usan eso, no se si se esta poniendo de moda, pero en todo caso, me parece una fanfarronada básicamente el hecho de usar un batería para directos de Rap ya que entre otras cosas solo da problemas y así fue, pues tal y como he dicho, los técnicos del babilonia no supieron llevarlo y salió un follón de grabes y altibajos de volumen muy entretenido pero también lamentable. Eso sí el Tote lo dio todo y eso nadie se lo saca.
Pasé absolutamente de la Mala, aunque visto lo visto ya la pusieron directamente en otro escenario que no en el Babilonia.

Durante estas horas me pasé a visitar la sala VIP de prensa que por cierto ni los encargados de control del Viña ni los artistas como el mismo Hate que pille por ahí, tenían idea alguna de donde estaba así que después de patear como el que pasea el perro, encontré un agujero de reja de las obras mal cerrado con un tío detrás que llevaba el control y me pidió que le enseñase la pulsera. Yo iba lo suficientemente taja y cansado de dar vueltas como una oveja por su culpa para "comentarle" maleducadamente: ¿no sería más normal poner una puerta en vez de tocar los huevos con una valla cerrada con la que nadie puede saber que es una entrada para los que están promocionando su festival? ". El tío se pensó si dejarme entrar a pesar de la pulsera pero supongo que cuando vio que estaba en serio me abrió. Con el dinero que tienen que cobrar, no era para menos y mas cuando descubrí que no saben poner una puerta, pero sí que ponían pantallas de plasma en el lavabo para que vieras lo que ellos les interesara poner mientras meabas: Brutal.
Continué caminando y vi dos carpas, las cuales los de seguridad se encargaron de hacerme saber cual me tocaba cuando me estaba colando a la VIP donde parecía todo muy bonito y no cobraban nada. Una vez dentro la propia carpa de prensa descubrí que a todos los de prensa nos cobraban la bebida, pero al menos se dignaban a servir unos mini bocadillos y patatas supongo porque daríamos pena y también para que cogiéramos sed y compráramos bebida. Estrategia que conmigo nunca ha funcionado de forma consciente, así que duré poco ahí. Estuve esperando algún que otro compi de medios y camelando a la camarera a ver si sacaba priva escaqueada.
Empezaba el reggae de Fidel Nadal cuando me fui a recargar el litro esta vez de cerveza por mi salud y por aguantar el tercer día, y me fui directo a la fiesta que acostumbran a montar los directos de Canteca de Macao. Recordando que la última vez en el Viñarock 2007 los pobres se quedaron sin luz a media actuación, esta vez fue perfecto. Empecé a pensar si nos habían dejado lo peor para el escenario de Babilonia o como, ya que era el único en manos de insultables técnicos de sonido.
Salimos a las 4.30 derrotados de saltar en Canteca, así que algunos decidimos dejar el resto de noche para el último día, otros se aventuraron en el río de gente en busca d la rave y esquivando vendedores ambulantes de barras enteras de bocatas a 4 euros. Después de que varios punkis intentaran convencerme de que me tomara el último chupito con ellos llegué a las tiendas. Algunos ya estaban durmiendo y con la tontería me equivoqué de tienda, las risas fueron cuando vinieron los inquilinos.
Despertamos el último día cagándonos con el mundo y sus resacas pero con un par nos armamos de hielo y petardos para coger soltura: la tarde que venia prometía. Prometía tanto como bebimos, hasta que miré el reloj y apenas nos daba para llegar al final de Ari a las 10 de la noche. Llegamos por patas a ver cerrar a Ari, a pesar de nuestra lamentable conducta horaria, y luego me quedé a ver a los Solo. Un directo en toda su regla, los amos del escenario cuando quieren, y quisieron, tanto ellos como el público.
Sintiéndolo mucho por los seguidores y algunos colegas que intentaban convencerme, a mi no me gusta la excepción así que lo cambié por un rato de película en el lavabo de la carpa VIP y unas conversaciones con algunos artistas, mientras cenaba viendo a SA desde la misma carpa., a lo grande. Allí como afiliado del escenario Babilonia me consolé al ver que SA tuvieron que volver a empezar por problemas de luz de esos que nadie nunca sabe como pueden ocurrir y a la vez estén cobrando tanto los empresarios viñarockenses. Estoy casi seguro haber escuchado un "Chiking!" de fondo. Cuando ya no sabia si iba taja de nuevo o había comido demasiados bocadillos baratos de la carpa, me fui de allí preparando la baba para ver a los Violadores del verso.
Me esperaba un directo contundente y aplastador como acostumbran a prepararlo, pero mis expectativas se vieron superadas brutalmente. Aparecieron los tres reyes magos después de P de Papanoel si no borrachos, muy motivados, regalando rimas a la masa de publico presente de una forma espectacular. He estado en bastantes conciertos de los maños y hacía años que no volvía a ver al Kase de antes, puesto en la labor, afeitado, rapado y preparado para destrozar al enemigo. Para empezar los cabrones se hicieron el tema de Filosofía y letras, al mismo tono que grabaron el tema, tono que nunca usan por supongo cansancio, y que se permitieron ya que solo tenían que aguantar una hora de directo. Así fueron sucediendo los demás temas míticos mientras Hate se cagaba en Dios por todo lo alto. Pensé: "esto es un directo como dios manda". Ya no me moví del sitio esperando a Morodo.
Para mi sorpresa escuché muchas críticas vanas del nivel de: "¿porqué no le pone ganas? ¿Porqué no acaba las canciones?" pero vaya solo con conocer un poco el mundo del ragga y entender la filosofía de los directos de Morodo, tienes la respuesta. Lo que no rulo fue un canuto del nivel de una polla gorda que le acerco algún insensato del publico recién encendido, todo el mundo pensó: "qué hábil, te quedaste sin el 10 papeles (por lo menos) ". Acabando el reggae de Morodo después de oír por 4arta vez en un directo el tema del disco nuevo que hace meses que dice que sacará y que deseo que lo haga, nos fuimos a ver lo que quedaba de Peret, otro maestro donde los haya.
La fiesta se acababa en la rave que montaron varios colectivos para los que les aguanta el cuerpo o para los que no entran al Viña, yo dure una horita allí hasta que escuché la tienda que me llamaba junto al sol. Se había acabado el "rascarme los huevos lejos de la realidad".
Fotografías via www.vina-rock.com.