R.E.V.O.L.U.V.I.O.N.

Vergüenza: Acto de enrojecerse por humillación propia o ajena.
Desilusión: Decepción. Perder el ímpetu.
Traición: Faltar o fallar a la lealtad.
Egoísmo: Inmoderada y excesiva atención a uno mismo evitando a los demás.
Razón: Facultad de argumentar y comprender.

En el preámbulo de ésta reflexión se han definido cuatro términos que, para el ser humano, son característicos. Para algunos, son defectos, para otros, son virtudes, y para otros pocos, tan solo son posturas eventuales en la acción de una persona.

Bien, pues yo no lo veo como defecto ni como virtud ni como eventualidad sino como un arma. Un arma para la supervivencia que lleva al dominio pero, ¿cuándo se pierde ese dominio?

Hemos sido humillados por un sistema que otorga poderes a la policía de maltratarnos y lavarse las manos. Somos víctimas constantemente de engaños y triquiñuelas, de astutas jugadas de unos contra otros para convencernos de que ellos saben como nos sentimos, cuando solo buscan tu voto. (Traición). Nos han dado bienes para hacernos creer poderosos, y han creado una sociedad rebosante de avaricia y envidia. (Egoísmo). Nos hemos humillado unos a otros, nos hemos faltado al respeto, nos hemos puesto zancadillas en nuestra trayectoria entre hermanos por poseer lo que no tenemos, y por ello, hemos perdido algo muy importante. La confianza en los demás. (Desilusión). Hoy hago pública esta reflexión por que me siento avergonzado de haber hecho lo mismo, y de haberlo sufrido por parte de otros también. (Vergüenza). Por ello, he llegado a la conclusión de que, si estamos cansados de ver cómo nos defendemos por unos valores que no calman el hambre ni la sed, sino que los aumentan, de cómo nos matamos por ideas superfluas y no nos ayudamos a crear virtudes a partir de nuestros defectos, debemos unirnos todos para efectuar ese “cambio”.

Pero claro, todos querríamos que nuestro nombre encabezara esa lista de militantes para ser recordados, todos querríamos un puesto reconocido para vivir bien, todos desconfiaríamos del resto para no perder lo que tenemos, por el mero hecho de que nosotros robaríamos para comer. Todos, nos hemos condenado a un auto maltrato inculcado desde pequeños por unos pocos traidores, egoístas y decepcionantes oradores, que solo necesitaron darnos una cosa, para que les diésemos todas. El miedo.

Pues no lectores, ¡yo no tengo miedo! lo que tengo es la sangre hirviendo de ver cómo estáis leyendo esto sin caer en que hay más gente de la que os pensáis que es analfabeta, de ver que lo estáis leyendo en una Web y que miráis por encima del hombro a quien no tiene Internet u ordenador, por que los hay. Os sentís mejor cuando salís de esa tienda de ropa y estáis ilusionados por vestir con algo nuevo y os reís de quien viste con cuatro trapos por que no tiene para más. ¡¿No os dais cuenta?! Somos los creadores de la dictadura, nosotros somos los culpables del odio y de la ira de esta sociedad, somos nuestra vergüenza, la traición a nuestros valores, la decepción en nuestras acciones pero, lo mejor de todo es que tenemos razón para relacionar y entender que, somos los que podemos cambiarlo.

¡Actuad escritores, actuad mcs, actuad grafiteros, actuad dj’s y breakers, tenemos nuestro entorno a nuestro alcance y lo dejamos escapar, pues no! Somos el por qué del filósofo, la caída del poder, el coraje de la negación, ostia, podemos hacerlo y no vale intentarlo. Hay que hacerlo. Se está preparando algo gordo gente, algo muy gordo, pero es lento. Si de verdad sientes tu corazón acelerarse ante una injusticia, ante la mentira, ante la indiferencia, estarás al día, y cuando dentro de un tiempo te pares a mirar a tu alrededor, y lo veas en paz y en armonía, recordarás este escrito y pensarás, esa persona anónima me abrió los ojos, y reaccioné a tiempo. Menos mal.

Habrás encarado la injusticia, habrás luchado por la libertad y habrás buscado la verdad.

Personalmente, pienso que cada uno tenemos nuestra propia verdad, y esa verdad es nuestro camino, cuando lo encuentres, sabrás responder a la inclemencia y habrás cambiado tu entorno, y querrás cambiarlo en un campo más amplio, pero no estarás solo o sola. Todos los que sienten esto estarán contigo y todos juntos acabaremos esta mentira llamada democracia, con la llamada dinero y con la llamada igualdad.

Paz.