Foyone - Rapsincorte XLI

Somos los esclavos más vigilados que ha tenido este planeta,
en todos lados hay un micro y una cámara que acecha,
servidores almacena en un perfil que me define,
aviones sobrevuelan, fumigan para que respires sus productos.

Busco algo que Google me niega,
tengo los ojos abiertos pero la mente muy ciega,
la libertad financiera es el sueño de los borregos,
seré libre si renuncio a todo lo que quiero.

Pero no soy un hipócrita,
piqué el anzuelo,
amo el campo de algodón,
de dónde saco mi dinero.

Almacén aceros en un banco,
pienso estar ganando,
y solo soy otro hámster
en la rueda girando.

El látigo del consumo golpeando fuerte en mi espalda,
quiero ser número 1 pero para que me hace falta.
y qué es ser número 1, si la carrera es tan larga,
que la victoria nadie puede saborearla.

A ti yo no te maquillo las durezas de la vida,
mis besos no son de azúcar, son palos en las costillas.

Moldeando las palabras con estos callos en las manos,
el único de mi madre aunque tenga 50 hermanos.

Ellos podrán hablarnos cada vez que nos hablamos,
pero no podrán saber del amor que nos profesamos.

Somos mucho más que dígitos tras sus pantallas,
ellos saben lo que dices pero no lo que te callas.

Siempre hay un ojo que mira y un oído que escucha,
por eso mantente en silencio y colócate la capucha,
por aquí seguimos en la lucha.

Escucha lo que digo y ven donde yo miro,
quieren matar mi sangre inyectándome su virus.

Respiro sus aires y como sus mutaciones,
consumo sus drogas, digitales adicciones.

Llevo un chip de ubicación,
conocen mis movimientos,
por las canciones que escucho,
intuyen mis sentimientos.

Creen saber quién soy
por toda esta información,
pero ninguno puede ver
lo que esconde mi corazón.

Rapsincorte 41, el presidente Foyone en la casa,
llevando la corona sin ser el virus.