J. Bickle - Memories

Se quiere meter de lleno en este terreno yermo,
que llevo por dentro y cariñosamente llamo infierno,
me habla de empezar de cero y de llevarme al cielo,
y por lo cabrón que he sido ni le digo que le quiero,
porque tengo miedo, por si el karma es de verdad,
por si no pagué del todo el dolor que no dudé en dar,
si es verdad que todo vuelve y tengo deudas que saldar,
cómo no voy a temblar cuando te siento mi mitad.
Afuera me ponen en un altar,
si supieran la clase de ser qué soy qué coño iban a pensar,
he sido mentiroso y orgulloso hasta rabia,
le he devuelto mierda a quien me regaló caviar,
me propuse cambiar y lo hice, pero me pesa,
ojalá pudiera sacarlo de mi cabeza
porque me siento como el peor de los pecadores,
en cuyos ulteriores estertores se confiesa,
reza, para que de verdad vaya bien,
y ahora sepa devolverle a cada cual lo que me dé,
alégrame el presente y ten presente que el ayer
no hiere porque puede sino porque pudo ser,


Me rayé, con movidas que ahora me avergüenzo,
pero de los mil tropiezos que tuve aprendí,
me lo tomo como si fuese un nuevo comienzo,
estaba recorriendo el camino que llevó a ti,
lloré como Boabdil, me defendí como un hombre,
también malentendí, que aquí nadie corresponde
lo que siente otra persona de manera plena,
y desde crío tengo de vacío las retinas llenas.
La pena de verdad es no ver al titiritero,
pa' poder tirar del hilo y anudárselo en el cuello,
tienes poca culpa de estos pensamientos, cielo,
lo siento si me abro el pecho y no te enseño nada bueno
pero es que no puedo y, me sobran dedos en las manos
pa' contar los verdaderos y que considero hermanos,
tengo claro, creo, que no tengo nada claro,
salvo que entre la tormenta encontré la luz de tu faro,
con eso me vale, te lo juro, para darlo todo,
sólo tú me evades, de este duro, caminar por lodo,
ahora sabes cuán oscuro sueno cuando lloro,
y cuánto me la suda quién tan sólo conoce mi apodo.