Jerry Coke y Barry Bianco - El desierto

Yo y mi desierto,
y nadie más.


Es mi canción del verano, un hombre y su drama,
sentado en la cama dando la espalda al ser humano,
un hombre y su desgana, una gris flor del suelo urbano,
un cabrón que huyó temprano, eran las 3 de la mañana
y leyendo mi mano, llegué al desierto
y en cada puerto
dejé buenas amigas y un puñao' de hermanos pero
yo soy feliz en mi retiro solitario donde
no soy esclavo del reloj ni el calendario, soy el hombre
desnudo y transparente que un día quise,
describo un mar de flores púrpuras sobre paisajes grises,
suelo dormir con la metáfora, la noche es fría,
caliente el día y los reptiles echan a volar
hacia otro lar, suelo morar, el círculo foral,
solo puedo rogar paso de orar, mi vínculo es odiar,
solo quería enarbolar mi rap y elaborar la calidad del General,
enamorar a tías sin llorar.
La cobra nada por la arena, no le quema, zigzaguea,
quiere cena, solo llena puede descansar, nada le frena,
soporta la crudeza más extrema y baila con su presa justo antes de atacar,
Vivo en el yermo y hiervo,
levanto los cuernos para que el cielo te contagie de las llamas de mi infierno,
en este track yo reivindico al individuo,
la forma de gozar, la soledad del pensador antiguo,
ríos de ideas no son líquidos en este oasis
donde mis pensamientos ebrios son más nítidos,
no en vano encuentro el lado malo en la bondad
y solo alcanzo mi equilibro en la inestabilidad.
Soy complicado y después de follar casi me siento secuestrado
y me da por llorar en el lavabo
y claro, acabo dando un trago y cuando lo hago estando vago
encaro el folio ciego y desorientado, pero las clavo.
Cubro las hojas con palabras, las pongo como cabellos,
a cuatro patas ladra, cago raps bellos,
estoy de pie en mi duna contemplando a mis esclavos con cadenas en los cuellos,
mueve los lows, Pink Flow, uh, Jerry Coke,
hiérvelo, smoking grow, uh, Jerry Coke,
Místico, gracias por dejarme estar solito y ser prolífico,
el cómputo kalasnikov pórtico.
Me siento vivo en el desierto, en la ciudad me siento muerto,
a la mitad os pongo en medio de este fuego abierto,
he vuelto más niñato y más experto,
más opaco y más abierto,
más resuelto a provocar el desconcierto,
a confundiros y a dejaros tuertos,
en soledad lanzo suspiros e imagino cuerpos,
os dolerán menos los tiros que los juicios ciertos,
yo al menos no hablo de la paz mientras apilo muertos.
Oí decir que el Sabio no dice todo lo que piensa,
pero piensa todo lo que dice y eso es una verdad simple e inmensa
y de mis labios saco una lengua tensa, afilada, aguda e intensa,
que punza como forma de autodefensa,
¡vete! Yo soy la hiedra que se come hasta a la piedra
y se que tu Rap no medra una mierda y se queda peque,
y es que muchos enhebran, el mío lo quiebra entre la hierba,
es la culebra negra, observa la caterva verbal del Rap,
del Jerry siembra, remembra a Rembrandt,
mi error visual engendra y otras letras buenas fijo vendrán,
los voy a acostumbrar a temblar, ajá,
soy la tormenta del desierto, El General.


[Estribillo]
Me siento vivo porque desperté,
ya más fugitivo porque deserté, mujer,
y mientras me queden motivos
y pabellones auditivos
que llenar voy a colmarlos de placer.
Oh, yeah, jamás me arrodillé,
ayer puede caer, puede no ver amanecer, pensé,
que mientras queden motivos
y pabellones auditivos
que llenar voy a colmarlos de placer.