Pekado - Colera

Lleno de lágrimas que saben a derrota, el cielo se encapota, el teléfono se corta, no hay nada más triste que esta nota. Mi cuerpo flota si la leo, si la veo, me desmorona, tengo sus fotos, pero es mucho más guapa en persona. Yo solo en mi hogar, ella encerrada en mi cabeza a su pesar, siendo a su vez, la más fuerte fortaleza. Si su belleza es veneno no existe antídoto, lo supe de antemano, pero lo hice porque yo nunca abandono. Mi pena es como, quitarle a un rey su trono, afuera truena, llueve en tromba, espero que responda, algún día, lo merecía, su silencio, no tuve fe, por no creer en lo que no evidencio. Tendencia a pensar que la paciencia es la madre de las ciencias.

Sacian mis ansias tus caricias, te echo de menos, anhelo cuando nos conocimos, un sentimiento acérrimo, nos arrimo y crecimos. Vimos pasar generaciones, sufrimos varias tentaciones, y jamás podré aceptar, que hoy de pronto me abandones. Eres la rompecorazones, con razones o sin ellas, y sé que por donde pasas, vas dejando huella. La soledad me degüella, tu eres mi verdadera joya, ellos si te oyen y se desmayan, yo solo escribo mi epopeya sin saber si al final del cuento volverá la doncella. Entre las sabanas, mi mente no se calla, son tus palabras las que faltan, me encanta oírte cantar, necesito una vez más, sufro tu perdida, querida

Pasan las horas, tu llamada se demora, sensación devoradora recorre mi cuerpo, sigo cuerdo por momentos, intente tentar a la fortuna, y ahora pago su amargura, ya no quiero pensar en la próxima aventura. Descuida, si solo fui una llamada perdida, en realidad, dudo que pase desapercibida, yo, sé que me recuerdas, no me olvidas, porque sé que mi perdida, te ha causado heridas. Claridad por la ventana, afuera no queda nada, es verdad sigo en la esquina, este dolor, no lo cura una aspirina. Mi realidad es muy distinta. Hoy corren ríos de tinta, porque personas como tú ya están extintas.

Si cantas espantas mis miedos, no te oigo sigo en vela, porque dormir no quiero, si pido perdón es porque puedo, y agotado clamo al cielo, dicen que hay momentos en los solo te queda el consuelo, créelo, leo entre líneas cuando estás sola en interior me perdonas, pero te asfixia tu codicia, dile a la confianza, que si por fin se ilusiona, en un segundo siempre hay alguien que de pronto le traiciona. No sabía de su existencia, dicen que existe una anestesia, su nombre, fantasía, al final, llego este día la vida es un juego, (juego) confié en la suerte, tire el dado, y salió cero.