Pekado - Lo inevitable

Nob Wallace, Desde la ciudad de los sueños

[Estribillo]
Las manecillas de reloj se mueven imparable, es inevitable, somos miserables a su lado, cada segundo que pasa, ya lo estamos olvidando, cada recuerdo que se borra, es un día menos…

De nuestro memorando, momentos que se mueren, incurables, eres el culpable, que mas da tu pasado intachable, equivocado, en tu memoria, tu vida no termina, cuando dejas de respirar, o cuando tu misión culmina. Cuando piensas que te queda toda la vida por delante, cuando piensas que ser joven dura eternamente, cuando el tiempo se congela, en un instante, las grietas representan la espera, sumido en aquella atmosfera. La pasión, el rencor, el dolor, se marca en tu piel, se marcan en tu ser, no existe otra forma de ver, desde mis dos ojos verdes, el horizonte se pierde, hasta pronto, hasta que algún día, nuestros caminos se encuentren. Sé que no me arrepiento, pero llevo por dentro el sufrimiento, mi vida cambio, cuando nuevas personas me hicieron recobrar el aliento. Sé que si soy rápido, podré vivir lento, mi persona, es un cuento de hadas, la moda también pasara de moda, y cuando la voz me traicione, hablaran por mí estas hojas llenas de oraciones (en forma de canciones). El destino deja que escojas, elije finge que interesa, (te interesa) eres el dueño de esta empresa. El reloj se me confiesa, cuando la luz se esconde, y cuando regresa, tengo lo que me corresponde.

[Estribillo]
Las manecillas de reloj se mueven imparable, es inevitable, somos miserables a su lado, cada segundo que pasa, ya lo estamos olvidando, cada recuerdo que se borra, es un día menos…

En un mundo de dudas, en cada esquina un judas, la gente miente, si, no sé porque, porque no ayudan. Somos iguales ante las horas, al final como al principio, toda la gente acaba sola. Mi piel me odia por no aprovecharte, cuantos quieren tenerte y nadie consigue retenerte, ni tocarte, sé que es un arte conservarte, de todo formas parte, la vida entera gira en la víspera de que te vayas, somos cobayas sin collar, somos un mar de olas, que no encuentra donde chocar. Yo solo hablo de dejarse llevar, de volar, de llenar este vacío y recordarlo más despacio. Sé que vives esperando un gran cambio, la espera es larga, quiero hacerlo todo, desde la a la zeta de este diccionario. Exacto, denuncio al mundo entero, las horas se consumen como le cigarro en un cenicero. Lo prohibieron, pero el tiempo sigue su curso y yo no me canso ahora mismo, nace una nueva persona, hacen un segundo, nace una nueva mamá, mira, un recuerdo, por ahí va, tu lo has visto, estabas conmigo, aquí mismo, en este lugar, cada vez más cerca del abismo. De turismo por el paraíso de tu cuerpo, tú, que complaces mis deseos, como el ruido del trineo que no existe, no importa, cada mañana la esperanza se viste de gala, bocanadas de rap y de humo, asume que a todo lunes le llega un viernes que le consume.

Déjate llevar, si quieres conocerlo todo, déjate llevar, pasa y ponte cómodo, de lunes a domingo, de enero a diciembre, desde el mundo al universo, de mis sueños a tu mente.

Corre, habla con ella, aun no es tarde, siente la brisa en tu cara, regálale tu mejor sonrisa, no te la guardes. Valora lo que tienes y cuando aprendes, que no haga falta ver, una lágrima que se desprende, mi voz no miente, no te ofende, no te vendo nada, es la mejor coartada dada por un alma liberada. Damas y caballeros, les invito a pasear por el sendero de la gloria, tengo el mapa en mi memoria.