Pekado - La melodia de mi vida

Veintitantos a la espalda,
escalar estos peldaños con engaños ni de coña,
soy el tímido chico que lanzo guiños de pequeño,
es extraño no hice daño,
y mi mayor preocupación siempre fue verte en mis sueños.
Típico chico, atípico que siempre cerro su pico
y lo llevo todo por dentro, en el centro de mi mundo,
siempre hubo un no rotundo, negado ante todo,
camine como Pekado como apodo.
Cavaron mi moral como una mina,
aun me queda una espina que controla disciplina,
a plena luz del día se ven las alma,
a plena luz de noche encuentro el karma,
en forma de lápiz y cuaderno, siempre a solas,
mirada perdida en la pared,
destino encontrado entre los trazos de un pincel,
en un papel, separar el bien del mal, dibujar mi realidad,
formar partes de las letras de un cartel.
Todas las tardes son iguales, y las mañanas son interminables,
por poco que hable siempre dije lo correcto,
capte vuestra atención, y analicé vuestro aspecto.
Detecto, que sois diferentes, por fuera que por dentro,
es mi vida, en la víspera de esperar mi quimera,
etapa quinceañera olvidada, tú, de mí no sabes nada,
jamás viste mi cara en realidad.
Soy dueño de mi verdad, nunca busque ser especial, ni destacar,
hoy mi edad me da experiencia, y me roba la ilusión,
moriré, cuando me encuentre preso de una canción,
cuando la sensación desaparezca,
y todo lo que escuche se parezca a lo que nazca de mis labios.
Esclavo de un calendario, nunca hice caso a horarios,
capaz de construir mi propio itinerario, fui dejando de lado adversarios,
en cautiverio, yo, emisario, no traigo misterios,
traigo mi ser interior, tengo un don, siempre escuche al corazón,
un armazón me invadió, y dificulta sentimientos,
sin ayuda de dios, continué, siempre fiel al papel,
nunca deje que mi ilusión mengue, mi vida esta marcada,
por canciones, decisiones, sensaciones, evadiendo depresiones.
Hoy los problemas, no encuentran mi rastro,
por eso, veras felicidad en mi rostro,
son muchos años en esto, no tengo porque...
Esto son mis falsos recuerdos,
una vida melódica,
que quizás nunca existió,
una libreta agónica que fue presa de sus delirios...