Sheldrack - La cereza de mi vida

El vestir con suéter verde marcó importancia en mi vida,
Sólo porque estuviste junto a mí querida,
Ahora piso suelo y pienso en la universidad,
Si dados me dan suerte a tu lado estaré preciosidad,
Oscilan mis ritmos en tu gran belleza,
He sabido que el que no estés aquí provoca tristeza,
Esa ajena a mi cora, certeza,
Tengo de que eres la mejor, como la cereza,
De mi vida igualada a un pastel,
Te lo dije mil veces y mil más te lo diré,
Te amo y en este tiempo nunca te olvidé,
Y de alguna forma confieso vi den-,
Tro de ti la probabilidad de que dios exista,
Porque de tu perfección la natura dista,
Hasta el más bello paisaje se inclina ante tu vista,
Me ayudaste a creer en el amor a primera vista,
También al primer hola, tú mi osita Teddy,
Soy Woody y tú mi Betty,
Yo Buzz. . . ¿Quieres ser mi Jessie?,
Si no te lo había dicho fue por miedo al antónimo de sí,
Decirte que me encantas temí,
Te miraba día a día tú la hermosa semi-,
Lla que crece con el tiempo,
Hoy palabras te dedico sobre un tempo,
Temporal no es mi amor, construiré un templo,
En honor a tus ojos, tu sonrisa y tu cuerpo.


-¿Qué fue lo primero que pensaste cuando me viste?
-Pensé que eras la chica más hermosa que había visto.
-¿Te decepcionaste cuando me conociste?
-¿Cómo puedes preguntarme eso?
-Soy un desastre.
-Amo tu desastre.


Hace bastante te lo quería decir,
Pero me inmuto al verte sonreír,
Eres capaz de darle alas a un serafin,
En fin, todo lo que busqué está hoy en ti,
Tirité de nervios cuando nos presentaron,
Me sonrojé a la vez que miradas se cruzaron,
Un par de ojos verdes me cautivaron,
Tu personalidad y mentalidad me innovaron,
El color de tus ojos es un bosque en el desierto de mi alma,
Por tu tranquilidad y calma pelearía contra el karma,
Intento de caballero para la perfecta dama,
La única que mi cerebro y corazón en conjunto aman,
Una sonrisa que vale más que el más preciado marfil,
Contigo nada ni nadie tiene algún símil,
Prometo recordarte aun cuando tenga aspecto senil,
De tus metas seré ingeniero, arquitecto y albañil,
No eres diosa pero casi casi,
Con curvas más perfectas que la secuencia fibonacci,
Perfecta hasta para el más despectivo nazi,
En el libro de la vida eres mi paráfrasis,
Si te cansas de dominar el mundo en zapatos incómodos,
Te llevaré en mi espalda, tú y yo contra todos,
Si es preciso contra el mundo, codo con codo,
Encontraremos la felicidad da igual el modo. . .


Esta es la verdadera e imposible historia de mi gran amor, con la esperanza de que lo lea y no me reproche nada, he omitido algunos detalles, como su nombre, así como cualquier cicatriz o marca que la identifique. No podía verte cuando estabas aquí conmigo, y ahora que no estás, te veo en todas partes, quizás cuando lo lean pensarán que es magia, pero enamorarse es un acto de magia, al igual que escribir, cualquier escritor puede garantizar que en el estado más feliz y próspero el escritor no produce las palabras, las canaliza, ella se presentó en mi vida, tuve la suerte de estar ahí y plasmarla, gracias.